No hay muchas cosas más importantes que el aire que respiramos.
Esto es especialmente cierto para los ancianos, los hogares con niños y las personas con problemas respiratorios o sistemas inmunitarios comprometidos.
La calidad del aire interior puede verse comprometida por muchos factores a corto y largo plazo. Nos preocupamos por la contaminación del aire y la seguridad fuera de nuestras casas, pero ¿qué pasa con los contaminantes que respiramos en nuestro espacio vital y donde dormimos?